jueves, 25 de marzo de 2010

Intensidad y frecuencia en la TV.

Según históricamente el video ha tenido más importancia en la televisión que el sonido. A tendiendo a diferentes épocas se consideraba que un "buen sonido" era simplemente que los diálogos fueran inteligibles y se catalogaba "mal sonido" cuando ni siquiera este propósito se lograba. Pero esto a tenido una evolución a través del tiempo con la inclusión de sistemas "hi-fi", estéreo, surround-sound y audio y video digital usados en televisión las audiencias tiene mayores expectativas.

Hay que tener en cuenta que el sonido posee dos características básicas que deben ser cuidadosamente controladas: intensidad y frecuencia. Aunque la intensidad del sonido es medida en decibeles (dB), el término se refiere a dos conceptos diferentes.

El primero es dBSPL (para la intensidad de la presión sonora), que es una medida de poder acústico, es decir aquellos sonidos que podemos escuchar directamente con nuestros oídos. Los decibeles que llegan a 135 ó más son considerados como el límite de tolerancia para el oído humano, a partir de esta medida los sonidos causan dolor e incluso daño permanente al oído.

El segundo uso para el término decibel (dBm), es como unidad de poder eléctrico (para el nivel de referencia en miliwatts). Estos decibeles son monitoreados en indicadores especiales. En la producción de audio el interés principal es para los dBm que permiten conocer los niveles de poder eléctrico que se procesan por medio de diferentes equipos de audio.

Existen dos tipos de VU meters para medir la intensidad del sonido: digital y análogo. El medidor digital muestra en la escala de la izquierda el porcentaje de modulación (porcentaje máximo de señal) y la escala del lado derecho se encuentra en dB's. Al contrario de lo que se pueda suponer, 0dBm (generalmente designado solamente como dB en un VU meter) no significa "cero sonido" sino en cierto sentido lo contrario, es decir, el nivel de sonido ideal. Esto puede ser confuso si no comprendemos que 0dB es solo un punto de referencia en la escala. Por lo tanto es posible tener sonidos en la escala que se registren en dB negativos, al igual que es posible tener temperaturas bajo cero.

El VU meter a la derecha es un medidor análogo tradicional que existe en una u otra forma desde el surgimiento de la radio. Aunque son fáciles de comprender, la mayoría de las versiones no responden con precisión a sonidos cortos o demasiado intensos. El rango ideal para ambos medidores es inmediatamente debajo del área roja.

El nivel de dB que pasa a través de un equipo de audio debe ser cuidadosamente controlado. Si se pasa la señal a un nivel muy bajo, mas tarde, cuando el nivel deba recuperarse a una amplitud (nivel de audio) normal, se habrá generado (amplificado) ruido.

Si el nivel es muy alto (significativamente arriba de 0dB en el VU meter), puede provocar distorsión -- especialmente cuando se trata de audio digital. Para asegurar la calidad de audio debemos poner atención constante en el correcto nivel de audio durante todo el proceso.



La frecuencia, se refiere al tono básico de un sonido -- que tan grave o agudo es. Una frecuencia de 20 Hz sonará como una nota extremadamente grave en un órgano -- casi retumbante. Al otro lado de la escala, 20,000 Hz sería la nota mas aguda que podamos imaginar, mucho mas alta que la nota mas aguda de un violín o un píccolo.

La frecuencia es medida en Hertz (Hz) o ciclos por segundo (CPS). Una persona con excelente oído es capaz de percibir sonidos entre los 20 y 20,000 Hz.

Debido a que ambos extremos del rango entre 20 y 20,000Hz son extremos, el rango más comúnmente usado para televisión es desde 50 hasta 15,000 Hz. Aunque este rango no cubre totalmente la capacidad de audición de personas con buen oído si permite reproducir casi cualquier sonido natural.

La relación frecuencia - intensidad

Aunque pueden existir sonidos de diferente frecuencia que técnicamente se encuentren en la misma intensidad (que registren igual en el VU meter) el oído humano no los percibe por igual. La línea roja en la gráfica muestra la respuesta del oído humano a diferentes frecuencias.

Debido a la reducida sensibilidad del oído a frecuencias tanto bajas como altas, estos sonidos necesitan encontrarse a mayor intensidad para ser escuchados, o por lo menos para ser percibidos al parejo de otras frecuencias. (N. del T.: esto puede tener algo con el proceso natural de adaptación de la especie humana, por cuanto podemos escuchar con mayor precisión el rango típico de frecuencias en las que se encuentra la voz).

Un micrófono de buena calidad (línea verde) es relativamente "plano" al percibir todos los sonidos importantes entre el rango de los 50-15,000 Hz.

Condiciones acústicas

El equipo usado y las condiciones acústicas afectan significativamente la percepción de las frecuencias. Para compensar algunos de estos problemas, podemos ajustar la frecuencia (grave y aguda) en los controles del equipo de reproducción.

Existen además otros equipos más sofisticados tales como el ecualizador gráfico que permite un control mas específico sobre las frecuencias para ser individualmente ajustadas.

Esto puede ser necesario para igualar segmentos de audio grabados bajo condiciones diferentes, o simplemente para adecuar la reproducción a las condiciones acústicas del área donde se escucha.

Cualquier pieza de equipo de audio -- micrófono, amplificador, grabadora o monitor de audio -- pueden afectar la fidelidad del sonido. De cualquier forma son el micrófono (el sistema inicial que transforma las ondas sonoras en energía eléctrica) y el monitor (el sistema que transforma la energía eléctrica en ondas sonoras) los elementos más críticos en la calidad del audio.

Es posible utilizar durante la post-producción un ecualizador u otro dispositivo de audio para "limpiar" la respuesta de un micrófono de mala calidad. Sin embargo, aun los mas sofisticados equipos y técnicas no pueden lograr milagros. Entre mejor sea la captación original del audio mejor será el producto.

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